Las instituciones públicas en materia estadística que han alcanzado determinado nivel de confianza en la ciudadanía son instituciones con procesos metodológicos de reconocimiento mundial y muchas de ellas pertenecen a países de América Latina. Esa realidad permite que las evaluaciones periódicas de las políticas públicas, entre ellas la del crecimiento global y sectorial de la economía, gocen de credibilidad y confianza de la ciudadanía
Escrito por Ricardo Olmos / Economista.
Una evaluación en materia de crecimiento en el sector agrícola en El Salvador a partir de las cifras oficiales indica que el sistema de estadísticas agropecuarias ha sufrido de la intervención política y que la estimación del PIB agropecuario posee cifras “maquilladas”.
Las interrogantes más corrientes cuando se realiza una evaluación de una política pública pretende identificar: ¿Cuál ha sido el desempeño de este sector respecto a otras ramas productivas? ¿El crecimiento PIB real a lo largo de los últimos 10 años ha tendido a deteriorarse, salvándose solamente el sector agropecuario?
A juzgar por los resultados que se presentan del crecimiento de los principales sectores del PIB, como lo son comercio, industria, agropecuario, estos han registrado una tendencia desigual muy marcada: mientras que el comercio y la industria experimentaron tasas oscilantes en su crecimiento (subiendo y bajando). El sector agropecuario presenta desde el año 2002 tasas sostenidamente positivas, lo cual es anormal debido a la naturaleza cíclica de la producción agropecuaria. A partir de 2002 se observan tasas crecientes año con año y para 2008 se mantuvo esa tendencia poco realista.
Lo anterior ha significado que el crecimiento del PIB año con año es cada vez más explicado por el crecimiento del valor agregado agropecuario, superando la contribución de la industria y de la construcción en el crecimiento del PIB global. Entre 2005-2007, el agro contribuyó con el 20.1% al crecimiento del PIB global, mientras que la industria solo lo hizo con el 15.8%. Este hecho es algo que no se había observado en los 14 años previos a 2005, cuando la industria siempre contribuyó más que el sector agropecuario.
Este aparente buen desempeño del sector agropecuario, según los datos oficiales, es tan favorable en El Salvador que supera el desempeño observado de otros países de la región centroamericana, incluso aquellos que tienen mayor vocación agrícola y disponibilidad de superficie cultivable. Por ejemplo, en el caso de la región centroamericana entre 2005-2007 el agro contribuyó con el 20.1% del crecimiento del PIB en El Salvador, cuando en Guatemala ese sector solo contribuyó con el 6.6%, en Honduras 8.1%, Costa Rica 10.4% y Nicaragua 15.7%. Hay que recordar que El Salvador es un importador de granos básicos, hortalizas y frutas de la mayoría de estos países.
Por ello y con suficientes dudas se puede preguntar si en efecto a partir de 2005 el aumento del crecimiento del PIB global en El Salvador se debe en gran parte por el crecimiento del sector agropecuario, desempeño del sector que no se había observado en los 15 años previos, siendo inéditos estos resultados al compararse con el desempeño del agro de los países centroamericanos, al menos en las últimas dos décadas.
Lo inexplicable de este desempeño se observa que en 2007 y 2008 los precios de los granos básicos enEl Salvador registraron alzas históricas, hubo escasez en el país, se importaron frutas y frijoles, estos últimos en carácter urgente desde Nicaragua. ¿Es posible crecer a esas tasas cuando se posee aún el mismo ciclo productivo, similar carácter tecnológico y sin ampliación de la frontera cultivable en el sector agrícola?